Pionono

Es sabido que el pionono relleno trae discordia. No hace falta leer mucho para saber que en el enrolle del pionono hay un receptáculo donde se acumulan malos augurios. Cuando una se entera que una vecina se le murió un familiar lejano que le dejó una suculenta herencia, una se hace la que se alegra, pero le regala un pionono como diciendo "ojalá que se te acabe toda la plata en un día de kermese y estés en bancarrota". 

Pero nosotras no somos de esas que se toman todo a la ligera y, por eso, sabemos que si una vecina te regala un pionono, algo malo te quiere decir. Que las hay poco precavidas, las hay. Es el caso de otra sobrina de la tía Silvita. 

Esta muchacha (creo que se llamaba Zully) era bastante distraída, tanto así que cuando quería comprar espagueti, se llevaba ravioles; que cuando ganaba al prode en realidad había jugado a la quiniela; si sus hijos tenían piojos en la cabeza en vez de vinagre les ponía crema antihemorroidal. Pero es una realidad muy grande que las que son muy distraídas tienen mucha suerte. Esta sobrina no trabajaba porque todos los días se encontraba plata en todas partes: las alacenas, la calle, los tachos de basura, los bancos. Era de esperarse que esto le hiciera saltar la vena gorda a alguna y esa era La Fanucha, la mujer con más plata y con más frambuesita podrida de la cuadra. 

Como quien no quiere la cosa esta Fanucha le regalaba piononos a la Zully. Le ponía distintas cosas en su interior desde crema ácida hasta sulfato de sodio. La sobrina como era tan modosita e ingenua los aceptaba pensando que con eso se libraba de preparar el almuerzo. Así fue que comía esos piononos llenos de malos augurios y poco a poco se fue enfermando de gastritis hasta que se le corroyó todo el estómago y se murió. 

La Fanucha estaba contenta pero claro está que todo lo muerto puede revivir si anda muy rabioso. Claro, se ve que cuando la sobrina se enteró en el más allá de por qué se había muerto, se agarró una rabieta tal que revivió. Cuando la Zully volvió de nuevo a la vida, tenía el estómago agujereado pero andaba vivita y coleando, que eso era lo más importante. Entonces, con sus fuerzas de recién revivida hizo un pionono gigante, le tocó timbre a La Fanucha y la enrolló con roquefort, zanahoria y mayonesa. Así fue que en el barrio se comió pionono de Fanucha por una semana entera. 

De veras que hay que ser precavida con el pionono, es cosa seria

Comentarios

inés ha dicho que…
pero eras vos!
no sabía!!!!!
Javiera ha dicho que…
essabido que hay una nelly revolucionando la blogsfera. A mi el pionono siempre me dio qué pensar: a los excesos de mayonesa les temo, siempre.
anouk papier ha dicho que…
ay nelly! cuánta razón que tenés! la gente es envidiosa, es mala y comenta... voy a seguir pispeando las historias intrincadas detrás de los manjares cotidianos.
Yoli ha dicho que…
¡Nelly, querida! ¡Qué gusto leerte! Te cuento que yo también ando con esto de la computación, ahora tengo un profesor particular de Internet que viene por las tardes y tengo mi propio block donde escribo mis pensamientos. Después me contás, sí?

PD: Decime, ¿Cuándo organizamos un té y un partido de bridge?
C.E ha dicho que…
Nelly dónde está? No más reflexiones con el bocado a punto de entrar en el caverna oscura de la digestión? Me sumo a Yoli, quiero té y en Las Violetas

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